Damnatio Memoriae

Tu mera existencia se encuentra dispersa en un espacio disforme. De pronto sientes una vaga necesidad de arremolinar tu dividido ser y centrar la atención, volver al mundo físico. Casi lo has conseguido, cuando algo terrible ocurre, un abismo se forma y de pronto caes en él. La dulce inconsciencia deja paso al frio propio de los muertos, y al dolor de un recién nacido. Sientes el contacto del inconfundible frio suelo de plastiacero. Quieres gritar, pero de tu garganta solo emerge sangre y bilis.

Pronto tu oído capta el sonido de otras lastimeras criaturas como tú, también el zumbido atroz de varios espíritus maquinas que luchan por mantenerse funcionando. Pese a que intentas ver, solo ves oscuridad. No es hasta que te levantas torpemente y das tus primeros y lastimeros pasos que la oscuridad comienza a disiparse y puedes observar una ruinosa habitación con una intensa y parpadeante luz roja que indica algún tipo de emergencia.

No sabes donde estas ni quién eres. Tienes la sensación de que debes hacer algo muy importante, pero no logras recordar que es. Sientes que estas en peligro, pero no logras identificar cual es la amenaza. Tu única certeza es que debes avanzar, pues algo te dice que las respuestas que tanto ansias se encuentran cerca.