Lo que acecha entre las estrellas

Lo que debía ser un cómodo viaje a un mundo paraíso, se ha convertido en la peor de las pesadillas. Hasta hace pocas horas vuestra vida era totalmente apacible. Lo último que nadie esperaba es que los vocotransmisores y los servidores vox comenzarán a emitir chillidos de emergencia y salmos de protección sin previo aviso. Conseguisteis refugiaros en uno de los inexpugnables refugios de plastiacero con la esperanza de que uno de los servidores vox os avisarán de que era seguro salir. Sin embargo, era solo el principio de la peor de las pesadillas, pues durante agónicas horas lo único que transmitió el servidor fueron salvajes y horrendos aullidos de terror por parte de otros miembros de la tripulación.

Con vuestra cordura pendiendo de un hilo y el terror a lo desconocido atenazando vuestras entrañas, abandonáis vuestro refugio, pues tenéis la certeza de que, si no conseguís escapar de esta nave, será para siempre vuestra tumba.